La crísis de los cuarenta ó "Sindrome del culo pelado"


-¡Dios! ¡Que dolor! -exclamo Roberto mientras cerraba los ojos con fuerza y fruncía el ceño.- Se aferraba a la camilla con la tensión de alguien a quien están torturando.

-Relájate, así no puedo hacer nada -intento calmarle el fisioterapeuta.- Haber relaja los hombros -dijo mientras le presionaba en el centro de la espalda.

-Ay! Ay! Ay! Me estás matando. Me duele mucho -exclamo Roberto con cara de agonía.-El que te estás matando eres tú. ¿Que pensabas? ¿que tenías veinte años? -recriminó el fisioterapeuta- ¿No eres el primero sabes? Años de matrimonio fallido, dedicación, sacrificio, perdida de juventud y finalmente divorcio. Ahora con los cuarenta ya cumplidos, a vivir la vida loca. Alcohol a cantidades industriales, discoteca hasta las seis de la mañana, y cuando vemos que las mujeres los prefieren más jóvenes y atléticos, al gimnasio como si fuéramos Arnold Schwarzenegger y a hacer atletismo como si fuéramos Usain Bolt. Pero amigos, lleváis sin mover vuestro gordo culo del sofá quince años, y el máximo umbral de fatiga a que está acostumbrado vuestro cuerpo es al de tres sesiones de masturbación a la semana.

-Amigo te estás pasando -dijo Roberto ofendido-.

-¿Pasándome? –comenzó a reír – Por favor, ¿Te has visto? ¿Cuándo te ha gustado a ti el deporte? Te conozco hace veinte años y te da pereza hasta bajar a por el pan. Y ¿qué me dices del nuevo look? Cejas perfiladas, mechas, perfume del caro, y camisas ajustadas. Pareces un mamarracho. 

Estoy seguro que te has depilado hasta el culo –dijo riendo el fisio.
-No me lo he depilado, me los he recortado con la máquina cortapelos –recriminó Roberto.  –Esto es ridículo Rober –dijo dándole una palmadita en el hombro –ya está, te puedes vestir. Eso sí te aconsejo reposo.  Y también te aconsejo que asimiles que ya no tienes veinte años. Puedes seguir saliendo por ahí, pero deberías buscar otros ambientes.–

Miró a Roberto a los ojos con seriedad y tras unos segundos rompió en una inmensa carcajada.- ¿El culo depilado? –volvió a reír exageradamente- Esto es surrealista.
-Estoy mal ¿vale? -refunfuño Roberto- no se lo que me pasa Alberto.  -Se llama crisis de los cuarenta. Aunque... -divago pensativo Alberto -creo que en tu caso lo podríamos llamar "Sindrome del culo pelado" -comenzó a reír de nuevo.

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